Armados de palos y rastrillos, vecinos de la comunidad de San José del Boquerón, San Pedro Sula, en su mayoría mujeres, le han declarado la guerra a la 'lechuguilla' o repollo de agua (Pistia Stratiotes), que asfixia a la bella laguna de Jucutuma.
"No me quiero morir sin antes aniquilar para siempre este enorme cáncer que se come poco a poco
El rescate de la laguna de Jucutuma la promueve el propio alcalde de San Pedro Sula, Rodolfo Padilla Sunseri, que busca dotar a sus habitantes de una infrastructura local para la educación, esparcimiento, deporte y el fomento de una cultura ambiental.
Esta planta acuática flotante cuyas hojas, dispuestas en roseta de color verde suave, tiene un aspecto parecido a la lechuga, si no se controla puede llegar a ocupar con facilidad toda la superficie del agua impidiendo pasar el oxígeno y matando la biodiversidad que se encuentra debajo.
Irma Chacón sostiene que el salario de 120 lempiras diarios (USD 6,30) que recibe por limpiar la laguna apenas les alcanza para sobrevivir, pero que al igual que sus demás vecinas, no quieren que se seque o se dañe.
"Es un reto enorme y se necesita de una fuerte inversión, pero sin duda, ésta llegará", agrega la mujer mientras debajo de su sombrero trata de paliar la fuerte temperatura, que supera los 35 grados centígrados.
En la orilla de la laguna, un contingente de hombres se dedica a labores de pesca, mientras a pocos metros un grupo de jóvenes realiza acrobáticos saltos en el aire antes de caer al agua.
"Esto sí que es vida, es como estar en las playas de Cortés", sostiene Juan, al referirse a Puerto Cortés, principal puerto hondureño que se encuentra a unos 40 kilometros del lugar.
Las autoridades municipales sampedranas buscan establecer en la zona un nuevo recorrido turístico, ya que en el lugar se pueden encontrar unas 50 especies de aves, además se ubica el nuevo parque arqueologico curruste. (Tomado de Diario La Tribuna).
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