El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya Rosales se instaló en la frontera con Honduras, pero siempre en territorio nicaragüense.
La situación ha sido calificada como una novela o "show" del ex presidente, lo que también le ha restado credibilidad en el contexto de las naciones.
Según algunos analistas Mel Zelaya habíaa logrado manejar la opinión pública internacional a su favor, ante la falta de estrategias para contrarrestar esa campaña por parte del gobierno de Roberto Micheletti.
Ahora el negociador Oscar Arias ha llamado la atención de Zelaya para que retome el diálogo que aun no esta muerto. Mientras Estados Unidos le pidió que no ingrese al territorio hondureño.
Por su parte, el presidente venezolano Hugo Chávez, a quien carituristas hondureños lo ponen como el señor que mueve los hilos de la marioneta en que se ha convertido Zelaya, sigue insistiendo que el diálogo es una trampa.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza siguió presionando al gobierno de Micheletti, con la amenaza que ese organismo no reconocera al nuevo gobierno que se eligirá en diciembre próximo.
Pero, en tanto esas voces se siguen escuchando internacionalmente, la poblaciónón hondureña sigue llevando la vida normal, a la espera de una soluciónón definitiva a la crisis política.
La actividad se ha centrado en la zona fronteriza con Nicaragua, donde se mantiene el toque de queda y en donde se habría dado un muerto y varios heridos, según organizacion autodenominadas de resistencia contra el golpe.
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