Desde que se desato la crisis política en el país, una serie de mentiras han inundado el mundo, siendo perjudicada la imagen del país, lo que es grave tomando en cuenta que el turismo constituye una de las principales fuentes de ingreso.
Recuperar esa imagen que se estaba consolidando probablemente llevara un largo tiempo, mientras tanto las pérdidas afectan seriamente.
Hay personas, como el presidente venezolano Hugo Chávez, que no se sabe con qué propósitos, ha estado denigrando el país y llamando a una insurrección y una guerra civil.
Mel Zelaya también llamo a la insurrección citando el artículo tres de la Constitución de la República, la que pretendía reformar mediante una Asamblea Nacional Constituyente y que fue lo que provoco su salida forzada.
Esa campaña de desprestigio y totalmente parcializada que han dado algunos medios de comunicación y gobiernos internacionales, no ha podido ser contrarrestada por el presidente Roberto Micheletti y su equipo de trabajo, que había anunciado una ofensiva, pero no se ha visto mayores resultado.
Mientras tanto los hondureños vemos con preocupación cómo se perjudica la imagen del país, porque no se consulta a los connacionales y no se analizan otras aristas sobre el conflicto, tomar en cuenta, por ejemplo, toda la situación previa que genero la crisis.
Ante la falta de voceros, el propio Micheletti salió al paso ayer de declaraciones del depuesto presidente Zelaya, quien dijo que en el país hay una gran cantidad de muertos y prevalece la represión del ejército.
El presidente Micheletti pidió tranquilidad a la población, al tiempo que negó rotundamente que haya muertos por la crisis y menos un clima de represión como se ha dado a conocer.
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