Las agresiones contra los periodistas también son laborales

Los periodistas se han visto amenazados por diversos sectores, al grado que algunos como México y Honduras son los países donde menos garantías se ofrecen.
Pero las amenazas, crimenes y atentados no son los principales problemas que tienen los periodistas, ya que en sus propias empresas las condiciones laborales son una verdadera amenaza.
Además de los ataques que sufre, tanto por parte de funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno como del crimen organizado, la mayoría de los periodistas hondureños ejerce su oficio en condiciones laborales deplorables.
Uno de los principales problemas son los bajos salarios que son un peligro para el bienestar de su familia, pero a otros, como los corresponsales ni siquiera les pagan.
A muchos comunicadores los dueños de medios les pagan con la oportunidad de meter un anuncio que ellos mismos deben gestionar y que será transmitido en la programación de la radio o televisora, por lo que tienen que hacerle de vendedor de publicidad, productor de anuncios y cobrador.
Los periodistas hondureños tampoco gozan, en la mayoría de casos, del pago de horas extras, pese a las largas jornadas de trabajo de 10, 12 y hasta 14 horas diarias.
La mayoria de los profesionales del periodismo hondureño no cuenta con un seguro de vida, ni los beneficios de un seguro medico y de pension, exceptuando aquellos que pertenecen al Instituto de Previsión Social del Periodista, que son relativamente pocos dentro de la masa periodistica del país.
Por ellos muchos colegas pese a su avanzada edad y sus secuelas, tienen que seguir trabajando en los medios, porque de lo contrario no tienen que comer.
Los comunicadores tampoco gozan de una proteccion legal por parte de la empresa donde labora, en caso de ser procesado por los delitos de difamacion, injuria y calumnia.
A ello hay que agregar que los periodistas en algunos casos tampoco tienen el respeto de su trabajo, que en muchos casos es trastocado y en otras ocasiones no es publicado debido a los intereses comerciales del medio.
Todas esas situaciones son una verdadera amenaza a la libertad de expresion de la cual muchos comunicadores no tienen oportunidad de expresar públicamente debido a que el monopolio de medios no lo permite.