16.6.09

Son verdades...son mentiras


ENCERRONA MILITAR

Por Mario Berríos

Los oficiales de las Fuerzas Armadas, ya en conjunto,  no se están prestando para ningún juego sucio en contra del pueblo: son verdades, son verdades.

Los comandantes militares ya no se dejan manipular, mangonear, azuzar, adormecer ni jugar mables con ellos, menos convertirse en simples piezas del ajedrez de políticos corruptos, malintencionados y voraces de poder: son verdades, son verdades.

La Junta de Comandantes se ha fajado frente al Jefe del Estado Mayor conjunto, General Romeo Vásquez Velasquez: son mentiras, son mentiras.

 El Alto Mando militar se reunió el viernes 5 de junio para discutir, con normalidad, el plan de trabajo anual: son verdades, son verdades.

En esa reunión de comandantes se habló únicamente de incendios forestales, protección del ambiente y falta de papel carta y oficio en las oficinas de los comandantes en los batallones: son verdades, son verdades.

Ese día había un movimiento de tropas y acuartelamiento en todas las unidades militares del país porque algo grueso iba a suceder: son mentiras, son mentiras.

El General Romeo Vasquez Velasquez fue puesto sobre las cuerdas en la “rutinaria” tertulia de comandantes: son mentiras, son mentiras.

A él le dijo la mayoría de comandantes castrenses que le daban hasta el martes 9 de junio para informar al Presidente que no apoyan su gestión de llevarse de encuentro a las leyes y a la constitución: son mentiras, son mentiras.

La oficialidad joven quiere meter su mano, hacerse sentir en el caso de que los oficiales superiores sucumban ante ofrecimientos y regalías económicas de alto nivel: son mentiras, son mentiras.

Un General payulo, chaparrito, se deshace en atenciones con el Presidente, como si fuera aeromoza, ¡no haya dónde poner el dulce!: son mentiras, son mentiras.

Un portavoz de promoción, en la reunión, dejó entrever que si el general Romeo Vásquez Velasquez continuaba apoyando una ilegalidad, refiriéndose al proyecto del Señor Presidente, sería defenestrado: son mentiras, son mentiras.

Ciertos políticos del gobierno le han puesto en la mente a un par de comandantes militares que el problema del país lo constituye Roberto Micheletti, Carlos Flores, la Iglesia y Custodio, entre otros: son verdades, son verdades.

Ese día los oficiales y soldados de las diferentes unidades militares salieron de franco normal a las 5 de la tarde: son verdades, son verdades.

Hubo, esa misma fecha, orden de acuartelamiento general o máxima alerta en los batallones: son mentiras, son mentiras.

El ministro del sueño, el del diente de oro y el del ojo gacho, estaban presentes en cierta tramo de la reunión de comandantes, como enviados del presidente para mediar en el conflicto a lo interno de las Fuerzas Armadas y llevar agua al molino que ellos le han instalado al Presidente: son mentiras, son mentiras.

A esos ministros, un portavoz, líder de promoción militar, les dijo —incluso a Romero Vásquez Velásquez, que no apoyarán la actitud belicosa e ilegal de la política interna del gobierno: son mentiras, son mentiras.

Los oficiales retirados están unidos contra el proyecto del Presidente de romper la legalidad, (porque es eso lo que se pelea), dispuestos a empuñar las armas y, de hecho, lamentándose porque a causa de un ansioso de poder correrá la sangre: son verdades, son verdades.

Los oficiales retirados buscan, únicamente, que un gobernante no se emplace en la silla presidencial: son verdades, son verdades.

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